Esta lesión, la Rodilla de Corredor, también es conocida como el síndrome de la cintilla iliotibial.

¿Qué es la cintilla iliotibial? Pues es un tendón que cruza a lo largo del lateral de cuádriceps insertándose en el epicóndilo o cara lateral externa de la rodilla.

Forma parte del musculo tensor de la fascia lata que tiene su origen en la espina iliaca anterosuperior (EIPS). Su nombre, síndrome del corredor viene denominado porque es justamente los corredores de larga distancia los que lo suelen padecer, aunque también en menor medida los ciclistas. La inflamación de la cintilla iliotibial provocará un dolor de intensidad variable en la parte lateral externa de la rodilla, que irá aumentando con el esfuerzo, llegando en ocasiones más graves a incapacitar al corredor. Muchas veces dicen los pacientes que dejan de correr dos días y se les pasa pero cuando van a correr otra vez, aparece de nuevo el mismo dolor.
Tren inferior

Rodilla de corredor

Tratamientos de la Rodilla de Corredor

Hay varias formas de abarcar esta lesión, pero desde la osteopatía nos asegurarnos bien de que la pelvis está correctamente alineada, tanto iliacos como el sacro, ya que al originarse el tensor en la espina iliaca, una alineación incorrecta de la estructura podría ser la causa de una tensión excesiva. También corregimos las lumbares ya que hay una relación muscular y nerviosa directa con esta cintilla.

También es necesaria una buena sesión de estiramientos, a parte de un buen masaje descontracturante de piernas, zona lumbar y pelvis. Claro está que el hielo en la zona nos ira genial para ayudar a que esa inflamación vaya reduciéndose. Mientras estamos en tratamiento estará bien adaptar poco a poco el entrenamiento para volver a adaptar el cuerpo a la actividad que estábamos realizando antes de lesionarnos.

Con todo este plan de tratamiento de menos a más hasta llegar otra vez a estar al 100%, dependiendo de la gravedad, en pocas semanas o días podamos estar entrenando perfectamente.