Soy farmacéutico, masajista y mi madre tiene varices. Para sus piernas el verano es un calvario, le pesan y con frecuencia los calambres la despiertan en plena noche.

Como nadie es profeta en su tierra, y menos en la familia, puse a punto un tratamiento, suave pero eficaz, para aliviar las varices y sus síntomas antes de aplicárselo a mi madre.

A continuación el proceso de diseño del protocolo y los resultados.

Tiene varices superficiales que destacan sobre la piel y también profundas, con retención de líquido a partir de las rodillas hasta los pies. Como he comentado antes, calambres y pesadez. Con el tiempo la piel se ha vuelto más fina, seca y le pica de vez en cuando.

Quiero diseñar un tratamiento que combine técnicas de masaje y plantas medicinales.

Planta rusco

Rusco

Primero las plantas. Hay una, el Rusco, que es mi preferida. El rutósido que contiene su rizoma es el vasoconstrictor vegetal más potente que existe, su misión es reducir el tamaño de las varices.

Centella asiatica

Centella asiatica

Otra, la Centella Asiática contiene un asiaticósido que reduce la presión venosa y tonifica todo el sistema venoso, además es un protector de las úlceras varicosas.

Finalmente el Meliloto es una maravilla, contiene dicumarol que estimula el sistema linfático. Es como un motor de achicar agua estancada, su misión es eliminar el líquido retenido en las piernas y además evitar el riesgo de trombosis (coágulo que se suele

Meliloto

Meliloto

formar en las venas cuando hay mala circulación).

Como soy un enamorado de los aceites esenciales, en esta receta no puede faltar el aceite esencial de Menta. Lo añadiré especialmente para darle un toque de frescor y ligereza a las piernas, así al caminar notará un aire fresco que envuelve sus piernas.

Ah, se me olvidaba, voy a añadir glicerina para evitar la sequedad de la piel y eliminar el picor de piernas.

Bueno, ya tengo la fórmula, ahora con el “arte magistral” de los farmacéuticos voy a preparar una cremi-gel para aplicar con masaje circulatorio.

El masaje es la parte mas agradable. Lógicamente seleccionaré maniobras suaves y en sentido ascendente, de los pies a la cadera. También colocaré las piernas en un plano inclinado, apoyando los tobillos sobre un rodillo.El protocolo a seguir: fricciones suaves ascendentes, después unos amasamientos ligeros con efecto de bombeo ascendente. Continuaré con unas maniobras de vasoconstricción mediante una presión suave y ascendente en los gemelos, para terminar con masaje linfático a base de bombeos y círculos fijos en toda la pierna.

Al final le pediré que haga unos movimientos de flexión-extensión de tobillo, mientras le mantengo la pierna en alto, así potenciaré el bombeo de los gemelos con la fuerza de la gravedad.

Para terminar realizaré una envoltura con la misma crema.

Repartiré una capa de crema en las piernas y cubriré con un plástico para que absorba el máximo de principios activos a través de la piel.

A los pocos minutos la sensación de frescor llegará hasta los huesos.

Bueno ya tengo el plan, el sábado toca sesión de masaje en casa.

Te cuento el resultado. Un inmenso flan de huevo de postre y la frase de mi madre “gracias hijo, ya no me duelen las piernas”.