En las vacaciones de verano puedes aprovechar para descansar, pero también para hacer cosas que durante el resto del año resultan difíciles por falta de tiempo. Una buena opción es formarte en técnicas de masaje, algo que cada vez más personas eligen porque tienen un impulso natural a dar masaje, porque hacen deporte y como posible complemento o alternativa laboral.
Aprender masaje en verano es una buena idea porque te permite adquirir conocimientos sólidos en poco tiempo, aprender bien la técnica de masaje y abrir nuevas puertas, tanto a nivel personal como profesional.

Ventajas de estudiar masaje en verano
1.- Tiempo disponible y enfoque.
Ocuparemos solo las mañanas del mes de Julio, así que todos los días vas a dar y recibir masaje prácticando las técnicas, pero al repasar todos los días la anatomia, al final de mes reconocerás bien toda la musculatura y entenderás su funcionamiento.
2.- Formación práctica en un entorno favorable
Las formaciones presenciales de masaje se basan en la comprensión de la anatomia y la práctica de las técnicas manuales. El verano, por su clima y su ambiente más relajado, facilita este tipo de aprendizaje práctico. Además, al tratarse de cursos intensivos, es más fácil acordarse de lo visto el día anterior, lo que permite avanzar más rápido.
3.- Inmersión en contenidos aplicables
Uno de los beneficios de este tipo de cursos es su enfoque eminentemente práctico. En pocas semanas puedes adquirir conocimientos sobre anatomía, biomecánica, conciencia postural y diversas técnicas manuales aplicadas al masaje. Lo aprendido puedes utilizarlo tanto en el entorno personal como en el profesional, lo que convierte esta formación en una inversión útil.
4.- Primer paso hacia una nueva salida profesional
Formarte en masaje no solo es una actividad de interés personal. Puedes aprovechar el verano para iniciarte en un nuevo ámbito profesional, con vistas a seguir formándote en el futuro o complementar otras áreas como la estética, el deporte, la salud o el bienestar.
Los cursos de verano pueden ser tu primer paso para comenzar ese camino.
El masaje deportivo es mucho más que un simple masaje. Combina maniobras específicas, presiones profundas y técnicas orientadas a las necesidades físicas de cada deportista. Este enfoque personalizado permite no solo mejorar el rendimiento, sino también prevenir lesiones y optimizar la recuperación tras competiciones o entrenamientos intensos.
Como masajista, es emocionante ver cómo este tipo de trabajo puede marcar una gran diferencia en la vida de los atletas. Desde la disminución de molestias musculares hasta la mejora en la movilidad, el masaje deportivo transforma el rendimiento y la calidad de vida de quienes lo reciben.

Una formación con múltiples aplicaciones
Estudiar masaje te permite:
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Ofrecer bienestar y relajación a otras personas
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Adquirir conocimientos sobre el cuerpo humano y su funcionamiento
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Mejorar tu propia conciencia corporal
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Dedicarte a una profesión en constante crecimiento
Se trata de una formación útil y con demanda social, tanto para particulares como en centros relacionadas con la salud, el cuidado personal o el deporte.

Formación intensiva de verano: aprendizaje real en poco tiempo
El formato intensivo de verano te permite aprender en poco tiempo. Nuestro curso esta diseñado para que aprendas la teoría y la práctica de forma progresiva, mediante sesiones presenciales, prácticas supervisadas por un professor con mucha experiencia.
Además, aprenderás en un ambiente repetuoso que favorece la amistad, con otras personas con intereses similares.
Para muchos, nuestro curso de verano es una buena experiencia de la que se acordaran toda la vida por las nuevas amistades y por desarrollar su impulso natural a dar masaje.
Cristóbal Vidal
Director y profesor de la Escuela Mans