El interés por el cuidado y mantenimiento corporal ha aumentado considerablemente en las dos últimas décadas y una muestra de ello es el elevado número de centros de masaje, gimnasios, centros deportivos y gabinetes de estética que se han abierto en todas las ciudades. La eficacia de estas técnicas naturales para eliminar el cansancio, el estrés y muchas enfermedades nerviosas de nuestra ruidosa y ajetreada sociedad es la razón de la rápida difusión de las mismas y la continua incorporación de nuevos profesionales en este campo.

Las técnicas corporales asociadas al masaje como el quiromasaje, el drenaje linfático manual y la reflexología están evolucionando constantemente e integrándose en muchos aspectos con las técnicas estéticas y la balneoterapia. La hidroterapia, fangoterapìa, algoterapia y la sauna son técnicas habituales en los balnearios tradicionales, termalismos, centros de talasoterapia y gabinetes de estética que suelen aplicarse junto a masajes corporales formando parte de tratamientos rehabilitadores, revitalizadores y estéticos.

Actualmente los centros de salud natural tienen tendencia a crear pequeños “balnearios de ciudad” con espacios confortables y relajados, con un interiorismo de estilo y materiales naturales. Además, están equipados con una tecnología apropiada para hidroterapia, balneoterapia y estética. Una tendencia muy difundida en estas técnicas es el tratamiento personalizado, que toma su tiempo para cada persona en un ambiente relajado y placentero. Generalmente los productos cosméticos naturales que se utilizan en la sesión se preparan al momento para cada caso particular.

Las plantas medicinales, los aceites esenciales naturales, las algas, las frutas, los fangos y las sales son las materias primas de la mayoría de productos utilizados por la cosmetología natural. Los tratamientos personalizados se realizan eligiendo los más adecuados en cada momento para cada paciente. Las propiedades cosméticas y terapéuticas, así como el modo de empleo de cada una de ellas, se conocen perfectamente gracias a los estudios de farmacología y cosmetología que se han realizado en universidades y laboratorios farmacéuticos.