Soy acupuntor y he de reconocer que casi siempre llevo en mi cartera un paquete de agujas. Creo que a esto lo que se llama deformación profesional. ¿Por qué lo hago? Imagino que es la misma actitud del que lleva siempre un arsenal de pastillas en el bolso… “Por si un caso”.

Cuando empecé en esto, una de las primeras técnicas que conocí fue la aurículoterapia ¡y lo aprendí en un curso para masajistas! no para acupuntores. Me sorprendió su capacidad para quitar el dolor y su sencillez de aplicación. De hecho es una técnica que nace paralelamente en China y a la vez en Europa, donde un médico francés, Nogier, empieza a estudiar las respuestas que tiene el organismo al tratarse el pabellón auditivo. Inicialmente se estudió su capacidad para ayudar en los procesos de deshabituación de drogas o alcohol. Posteriormente se ha generalizado su uso en el tratamiento para adicciones como el tabaco o como apoyo en las dietas. Destaca su efecto relajante y la eliminación del temido “mono”. ¿Quién no ha visto en la oreja de algún conocido las famosas chinchetas?

Penelope Cruz auriculoterapia

Queda claro que no voy por la calle quitando la ansiedad del que hace dieta delante una pastelería. Entonces ¿Para qué utilizo las agujas que llevo en mi cartera? Específicamente para quitar dolores agudos. Sin ir más lejos, en el primer taller de Aurículo que hicimos en esta escuela una alumna estaba sufriendo un dolor de muelas bien molesto. Después de unas horas de clase se animó a confesarlo y todos pudimos ver como con sólo tres agujas desaparecía el dolor. Está claro que no sustituí la figura del dentista, el lunes después del taller lo tendría que visitar igualmente, pero dejó de sufrir y pudo disfrutar del seminario tranquilamente. Es la capacidad que tienen las chinchetas para eliminar el dolor neurálgico, como sería el de una ciática.

Otro ejemplo válido es el que nos muestra que también tiene muy buenos resultados con el dolor muscular, y así lo he comprobado repetidas veces. La engorrosa tortícolis, donde uno o varios músculos que sostienen el cráneo se encuentran contracturados. Si esto te ha pasado, el despertarte sin poder girar el cuello, sabes lo molesto que es y como no vas a dejar a nadie que ponga su mano allí, por muy gran masajista que sea. En cambio sí que podremos pinchar en la oreja y con ello reducir ostensiblemente el dolor o eliminarlo del todo. Esto es aplicable a cualquier zona muscular.

¿Ahora se entiende porqué llevo siempre agujas en mi cartera?